Certificados Energéticos Castellón: Mitos sobre el certificado energético parte 1

El certificado energético, imprescindible desde el pasado 1 de junio, es un documento necesario para el alquiler o la venta de cualquier inmueble. No obstante, su pronta obligatoriedad ha suscitado diversas dudas entre los propietarios afectados por la nueva demanda.

Debido a la desinformación sobre el tema, encontramos varios mitos acerca del certificado energético y de ello vamos a hablar a continuación.

En primer lugar se plantea si es una tasa o un impuesto.

Lo cierto es que dicho documento surge debido a la obligación de una directiva europea, de modo que su aplicación debía ser ineludible en España y el resto de miembros de la Unión Europea.

Son varias las opiniones sobre esta opción, pero algo muy claro es la desinformación por parte de los ciudadanos acerca de qué es exactamente este documento, los cuales no son en realidad conscientes de las ventajas que puede aportar el certificado energético. Las comunidades autónomas y los profesionales del sector como José Antonio Galdón, presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI) son los encargados de hacer comprender a los ciudadanos preocupados las ventajas de dicho certificado.

Otra de las dudas más frecuentes es si significa empezar a ahorrar energía. Sin embargo esto debería matizarse, puesto que sólo cambiando hábitos de consumo sería posible el ahorro energético. El certificado nos ayuda a cumplir una obligación y nos da una gran información pero sólo con tenerlo no nos ayuda a ahorrar energía.

Se ha planteado también si la disposición del certificado energético supone que el inmueble se revalorice. Esto no es del todo cierto, aunque sí que podemos decir que dependiendo de la eficiencia energética que se adquiera mediante el certificado, entre A, que sería la más eficiente; y G, la menos eficiente, es posible que haya una gran diferencia de precio. No obstante, dicha diferencia se dará en correspondencia a la adecuada información que obtenga el ciudadano.