Auditorías energéticas
Las auditorías energéticas son llevadas a cabo con un objetivo claro: conseguir recabar toda la información acerca de los recursos e instalaciones a mejorar para conseguir realizar un consumo eficiente de la energía del edificio en cuestión. Esta es la base de la cuestión y en la cual nos vamos a centrar en el artículo de hoy. Entramos en detalle acerca de lo que es y conlleva una auditoria energética además de cada una de las fases y desarrollo de la misma.
¿Qué es exactamente una auditoria energética?
Con el fin de conseguir smart cities, como comentamos la semana pasada, es necesario el análisis del estado de los edificios. Este análisis nos proporcionará toda la información a nivel técnico y económico que afecta, directa o indirectamente, al consumo de energía del mismo edificio. Y es que como bien sabes desde la unión Europea se impulsa la mejora de la calidad de vida y cuidado del medio ambiente haciendo un mejor uso de la energía.
Por tanto, las auditorias energéticas van encaminadas a implementar la eficiencia energética en cada edificio. Y dichas mejoras deben suponer un incremento en la calidad y productividad de los servicio.
¿Cuáles son los puntos clave a tener en cuenta en el momento de las auditorías energéticas?
Existen una serie de factores que hay que tener bien presente en las auditorias energéticas siempre pensando en la eficiencia energética de la vivienda o edificio. Estos son:
- Revisión del aislamiento térmico del edificio.
- Sistemas de energía, electricidad e iluminación.
- Equipos e instalaciones de climatización, ventilación y flujo de aire.
- Cumplimiento de la normativa vigente y requisitos medioambientales.
¿Cuáles son las fases de las auditorías energéticas?
Aunque existen distintos tipos de auditorías energéticas, en general se fundamentan en los mismos puntos básicos de investigación energética.
- Recabar los datos necesarios y planificar la auditoría en cuestión
- Registrar los factores afines con el balance energético: se procede a la medición de las condiciones interiores, los puentes térmicos y zonas de aislamiento, infiltraciones de aire, etc.
- Estudio de dicho balance energético: se procesa y analiza la información recabada en relación a cómo se distribuyen los consumos eléctricos, al análisis de dicho consumo y del resto de energías, a la facturación energética anual del edificio… Finalmente se comparan los resultados teóricos con los reales obtenidos.
- Realizar el análisis para la mejora de la eficiencia energética del edificio: se identifican todas aquellas propuestas susceptibles de mejorar así como su viabilidad económica.
- Emitir informe con resultados finales