Etiqueta energética A
Los diferentes tipos de calificación energética: de la A a la G
Tras haber realizado los trámites y revisiones pertinentes para obtener el certificado energético, el resultado es una calificación energética, que sigue una escala de la A a la G, donde la letra A se corresponde a aquellos inmuebles más eficientes energéticamente hablando y la G, a los menos.
Para obtener esta calificación, se llevan a cabo una serie de procedimientos para calcular de una manera objetiva, de modo que se pueden comparar edificios de características similares y así definir cuál es su grado de eficiencia energética. El objetivo que persigue la certificación energética de edificios es reducir las emisiones de dióxido de carbono, así como el consumo de energía a nivel global.
Etiqueta energética A ¿Cómo es una vivienda con calificación energética A?
Aquellas personas que alquilan o compran una casa deben tener en cuenta que una etiqueta energética A es sinónimo de ahorro en sus facturas de luz y gas. Lo cierto es que este tipo de viviendas presentan un precio mayor, en parte porque es más complicado encontrarlas en el mercado. A la larga, vivir en un inmueble con certificación energética A ofrecerá un notable ahorro energético.
Etiqueta energética A: Conseguir una vivienda con calificación energética A
Existe cierto desconocimiento entre propietarios a la hora de realizar mejoras en el inmueble con el fin de obtener una mayor calificación energética. A continuación, recopilamos algunas de las medidas recomendadas para la obtención de la etiqueta energética A:
• Fachada ventilada: Para que la fachada del inmueble esté perfectamente ventilada, es necesario que cuente con un cerramiento en tres capas (dos hojas separadas por una cámara de aire de unos centímetros) con unas ranuras en el área superior e inferior para la renovación de aire. De esta forma, se regula la temperatura del interior, absorbiendo el calor o evitar su pérdida en invierno.
• Doble cristal en ventanas y rotura de puente térmico: El doble cristal aísla, pero el aluminio produce pérdidas de calor. Es por ello que se usa la rotura de puente térmico, el cual se coloca en una capa intermedia entre el exterior e interior del marco del aluminio con un material no conductor del calor, como puede ser la fibra de vidrio.
• Calefacción con caldera de biomasa: La biomasa utiliza materia orgánica derivada de residuos. Sus emisiones en CO2 son muy reducidas.
• Paneles solares para calentar agua: La luz del sol genera energía para el uso de las calderas de las que se obtiene el agua caliente. Sus emisiones de CO2 son también muy reducidas.
Ahorro energético gracias a una calificación energética alta
Cierto es que las reformas para conseguir una calificación energética alta conllevan a una inversión económica notable, no obstante, debemos recordar que a la larga ofrecerán un gran ahorro energético.